Un camino no-tradicional hacia la tecnología
Written by WWC Team
De izquierda a derecha: Andrea Matus y María Braeuner
Andrea Matus es Traductora y actual Coordinadora de operaciones del equipo de Reclutamiento en Toptal. María Braeuner es Bióloga y Comunicadora científica. Ambas son voluntarias del capítulo Guatemala de la comunidad Women Who Code. En esta ocasión, María entrevistó a Andrea y hablaron sobre su camino no-tradicional hacia la tecnología y lecciones que Andrea nos deja de sus experiencias en distintas culturas, idiomas, y al hacerse su propio camino.
Para calentar motores, ¿me podés contar un poquito sobre ti y tu vida profesional?
Claro. Nací en Guatemala y estudié Comunicación y Publicidad en Chile, en donde viví por casi 4 años. Pero no seguí la Universidad, me pareció decepcionante y pues no me alcanzó el dinero tampoco.
Me gustó mucho la Comunicación y creo que desde allí empieza toda mi aventura descubriendo qué era lo que realmente me gustaba. Creo que no encuentras tu pasión, buscando tu pasión. La encuentras curioseando, descubriendo, moviéndote. Encontrar lo que te gusta es algo que no es estático, nos pueden gustar muchas cosas. Algo que deberíamos de tener en cuenta todos es que no existe ese trabajo soñado como lo pintan muchas veces. Como una obligación a hacer dinero, haciendo lo que más te apasiona. Y puede que no. Existen áreas por las que te sientes más apasionada y en las que te gusta más trabajar que quizá se siente menos como un trabajo, pero un trabajo es siempre un trabajo. Y eso también está bien.
Para mí todo inicia desde la comunicación, me encantan los lenguajes. El inglés creo que me ha ayudado muchísimo; he sido maestra de inglés, he dado clases de inglés para negocios, y luego pasé al área de traducción – y ese fue mi último trabajo aquí en Guatemala; en el que sabía que no era feliz y no me sentía cómoda. No me gustaba el ambiente ni cómo se crecía dentro de la compañía, así que decidí trabajar remoto y ser traductora freelancer. Allí fue donde empezó todo lo que me trajo a donde estoy hoy.
Empecé a trabajar hace 2 años para una compañía estadounidense de tecnología que se enfoca en la Gig Economy. Trabajo con un montón de freelancers. Empecé verificando el inglés de los aplicantes (screening) para asegurarnos que su inglés fuera adecuado para trabajar con nuestros clientes. Estaba en contacto constante con Ingenieros, Desarrolladores Web, Gerente de Proyectos y productos, Analistas de Datos y Diseñadores. Me encantó empezar a tener exposición a todo esto. Les tenía que hacer preguntas técnicas hasta cierto punto, y entonces me interesé por leer bastante sobre esos temas. Eso es a grandes rasgos cómo he descubierto a lo que me he dedicado, y cómo me he metido al mundo del UX y ahora a la Ciencia de Datos.
Ahora entiendo de dónde viene esa habilidad tan increíble que tenés para liderar los clubs de inglés que hacemos en WWCode-Guatemala. (Risas)
Para mí el inglés ha sido una gran herramienta, al principio fue supervivencia, pero ahora me abre puertas a muchas otras oportunidades. Un empleo bilingüe era el único en donde podía ganar lo suficiente para ahorrar y poder estudiar fuera de mi país. Y hasta hoy día es la única herramienta que me permite, por ejemplo, estar estudiando Ciencia de Datos sin tener que pagar nada.
Tanto en tecnología como para desarrollo personal hay mucha información que está disponible únicamente en inglés. Plataformas como Udemy y todas esas plataformas de estudios en línea, son versátiles pero la mayoría están en inglés, o incluso hay áreas específicas que son anglosajonas, como el Diseño UX.
Y mencionaste que estudiaste en Chile, que para los hispanohablantes también a veces nos suena como otro idioma (risas). ¿Qué fue lo que te llevó a Chile?
Esa es una pregunta que todos me hacían al principio, y te soy honesta, mi única idea era no estudiar aquí en Guatemala. No venía de ninguna preconcepción que tuviera de la educación en mi país, pero venía de la necesidad de no querer estar en el núcleo familiar, en donde estás protegido y todo está bajo cierto control. Quería experimentar independencia inmediata.
A los 19 años me fui. Exploré un par de opciones. Buscando en internet en ese entonces, que no sé ni cómo buscaba que no era tan fácil como ahora, mandé un correo a cada Universidad que me interesaba y el primero que me contestó y que me era accesible fue la Universidad en Chile. La gente en Chile es muy muy muy curiosa y eso me gustó bastante. Retan a los profesores y preguntan el “por qué” de todo. Son unos genios en Marketing y Periodismo.
Yo creo que muchas cuando pensamos en el mundo tecnológico todavía nos imaginamos sólo Ingenierías o Computación, y no siempre estamos al tanto de todas las demás áreas que hay en la tecnología. Tú, por ejemplo, que venís del área de la Comunicación, ¿cómo entraste al mundo de la tecnología?
Bueno, ahora estoy estudiando Ciencia de Datos, pero empecé con UX, que fue cuando empecé en Toptal. A diario les hacía entrevistas a Desarrolladores Web, diseñadores UX y UI, me di cuenta de que la mayoría de las mujeres que entrevistaba venían de carreras de Diseño y no de Ingenierías, por ejemplo. Son una gran minoría, por cierto, las mujeres que aplican como freelancers al día. Había días en los que no entrevistaba ni a una mujer. Y esto me llamó mucho la atención. Ahora, en cuanto al Diseño, creo que existe un mito: Y es que el diseño de UX o el Diseño en general tiene que estar vinculado a la parte creativa y artística. Y en realidad el diseño es un proceso sistemático e iterativo. En el UX hay muchas otras áreas detrás; aparte del “Look and Feel” de nuestras herramientas digitales. Y es la parte de tecnología que no conocemos mucho. Mucho menos en Latinoamérica; es un campo poco explorado. Allí me interesé por el UX.
Poco a poco empecé a descubrir el diseño de UX y vi que puedes venir de distintos ámbitos y creí que era el área perfecta para no entrar de lleno a algo muy fuera de mi zona de confort pero que igual me retara a hacer algo distinto. Y así fue cómo empecé en la tecnología.
Qué interesante. Creo que mi parte favorita de entrevistar a personas que hacen cosas de las que yo sé muy poco es eso: descubrir que hay carreras que uno tiene ciertos sesgos o ideas de lo que una carrera es, cuando en realidad siempre podemos hacer tantas más cosas, con o sin título.
Exacto. Creo que eso es muy muy importante. Hay tantas opciones disponibles para los que no tienen la opción de ir a la Universidad, o que simplemente no les gustan los pensum de las Universidades, o si estudiaron algo que al final no les gustó, o se sienten estancados financieramente o en un trabajo que no les gusta, se puede cambiar de carrera o poder ir moldeando tu realidad. Ahora hay tantas opciones para certificarnos y educarnos por cuenta propia y en poco tiempo puedes empezar a trabajar si le pones, por supuesto, el empeño necesario. Solo está en que te intereses e investigues. Las opciones están; te lo aseguro. Pero hay que deshacernos de la mentalidad tan negativa de no haber ido a la Universidad, “fallé en la Universidad, o no me gustó mi carrera”, y que eso signifique “nunca voy a poder”. De verdad necesitamos deshacernos de esa percepción.
Y creo que es más común de lo que creemos, porque se habla muy poco por esa misma idea que es algo de lo que hay que sentir “vergüenza”, que no es cierto. ¿Qué consejo le darías tú a alguien que quizá también ha sido decepcionada por la academia, que no ha terminado la U o está buscando un nuevo rumbo?
Yo creo que eso que dijiste de la vergüenza es uno de los primeros pasos: no hacerte de menos, ni verlo como algo que hiciste mal o que está mal en ti. Creo que eso es algo muy latinoamericano, porque por ejemplo, en Estados Unidos, existe incluso un término específico para alguien que dejó la Universidad. Estas personas son un dropout y pueden ser exitosas, y lo dicen con orgullo como algo que es normal y está bien. Y es que está bien.
Ya que dejamos de verlo como un fracaso, hay que empezar a detectar qué es lo que te gusta, qué es lo que te trae disfrute en el día a día. Creo que este puede ser un paso difícil para algunas personas, pero un tip para hacerlo un poco más simple es quitarle un poco del peso y la carga a este descubrimiento. No se trata de autoevaluarse y hacer un inventario de destrezas sino algo más libre. Creo que es bueno empezar a explorar más lo que te gusta y dejarnos de enfocar en las debilidades. Más adelante puede haber introspección, pero no es necesario al principio.
El siguiente paso es: ¡Investigar! Nadie te va a hacer llegar la información que necesitas. Quizá ayude que te hayan dicho que eres buena para algo y entonces explora si eso te gusta, pero nadie te va a decir cuál es tu trabajo soñado, nadie te va a dar la ruta perfecta para ti. Esto es algo que tienes que hacer tú.
Y por último: ser constante. Sé que es algo que cuesta muchísimo si vas a hacer algo que no es academia tradicional, o si vas a estudiar tú sola. Pero aquí hay otro tip: no tiene que ser precisamente sola, puedes encontrar comunidades y grupos y esto ayuda a crear este sentido de responsabilidad e incluso de empoderamiento.
Entonces: perder la vergüenza, ser curiosa, investigar y ser constante.
Ya que estamos en este tema, te quería preguntar: alguien en tecnología que no tiene un trasfondo en tecnología (tradicionalmente hablando), ¿tiene algún papel en tu vida el Síndrome del impostor?
Sabía que iba a ser una pregunta, porque es muy común. Y… te voy a ser completamente honesta con lo que pienso: creo que es una nueva costumbre, hablar más abiertamente de temas emocionales y psicológicos, hablar de Salud Mental y Auto-cuidado. Ir a terapia se ha vuelto muy normal, ¡lo cual es muy bueno! Pero también veo que tal vez nos enfocamos más en el nombre o la etiqueta que en las herramientas y soluciones para estos fenómenos; como el Síndrome del impostor.
Creo que es completamente normal dudar de tus capacidades en general, y por supuesto se da mucho más si es algo nuevo en lo que no tienes ningún conocimiento previo. Vas a dudar de ti y es normal. Siento que ponerle un nombre no te ayuda a lidiar con ello, buscar herramientas para elevar la confianza en ti misma, la autoestima, cómo no dejar de aprender nunca, cómo aceptar las críticas, etc. ¡eso sí!
Qué bonito escuchar una respuesta distinta, y es que incluso en la psicología no es como que sea un diagnóstico oficial ni una patología de que algo esté mal con una misma, sino un producto del ambiente en el que nos desarrollamos. Si tenemos un jefe o jefa “malos”, nos llegamos a sentir también como que es de nuestro lado el problema y nos sentimos como que nosotras somos las malas en lo que hacemos.
¡Correcto! No es algo más que está mal. Creo que el contexto crea una carga enorme. Sería genial que todos estuviéramos más expuestos a contenidos representados de una forma más positiva, alentadora, y ayudadora. Creo que ya es hora de que empecemos a cambiar dinámicas obsoletas. Me encantaría ver en lugar de títulos como “¿A veces sientes que tus logros no son mérito propio y te sientes un fraude?”, algo como “Cómo cultivar la confianza en ti misma” o “Cómo celebrar tus logros”. Creo que nos ayudaría muchísimo más a lidiar con nuestras emociones.
¿Y cómo manejas tú estos sentimientos?
Creo que la visualización para mí siempre ha sido algo importante. Estoy constantemente soñando, entonces no me permite decir “Ay, pero no soy buena en esto” porque ya me vi en ese lugar.
En mi familia, siempre he sido la más organizada y aterrizada también (risas) así que puede venir de como crecí, creo. Yo sé que nada viene a mí si no lo hago yo, y creo que todo parte de allí. Por otra parte, siempre hay alguien que ya hizo lo que tú estás intentando hacer, y más ahora con el internet puedes buscarlo fácil. Saber que el conocimiento no es finito y todos seguimos aprendiendo. A mí me funciona mucho ser organizada, curiosa, todo lo investigo, tengo una hoja de cálculo para todo.
Me encanta. Me encanta lo estratégica que sos en cada aspecto de tu vida y qué buenos consejos nos estás compartiendo.
Yo creo que por eso me gusta mucho el UX.
Y esta actitud tan estratégica y organizada tampoco nos viene fácil a todas las personas.
Es cierto. Yo he aprendido mucho del UX, es algo bien estratégico. No empezar nada sin saber por qué lo estás haciendo, cómo vas a medir si fue un éxito o no, y para quién lo estás haciendo. Sólo partir de esas tres preguntitas ya te da bastante para saber qué puedes hacer hoy, qué vas a hacer mañana….Y a mediano y largo plazo. Qué realmente es posible hacer y qué requiere prioridad, qué vale la pena hacer viene de las respuestas a estas tres preguntas. Eres capaz de hacer todo lo que te propones, ¡solo no todo al mismo tiempo!
Y regresando a tu vida profesional, ¿cómo ha sido tu experiencia ya en el mundo de la tecnología y el UX?
Ha sido un viaje emocionante, me ha permitido conocer mujeres muy inteligentes, me ha retado a visualizar el futuro, a ver más allá y emocionarme de lo que viene de mano con la tecnología, que en mi perspectiva se reduce a PROBLEMA-SOLUCIÓN. La Ciencia y la Tecnología te reta a definir un problema con el único fin de plantear una solución y creo que esto debería de ser replicable en todas las áreas de nuestra vida. Lo que me llevó a que me gustara tanto el campo de la tecnología es que evolucionamos junto a ella (o deberíamos). Y para mí ha sido una transición cómoda. El UX es una muy buena plataforma para las personas que quieran entrar a tecnología con casi cualquier conocimiento previo. Hay un poco de todo, hay psicología, sociología, diseño gráfico, animación, etc…
Ni yo sé (risas). Creo que fue por WomenWhoCode. Ya estando en la comunidad conocí más opciones y a otras mujeres que están de lleno en tecnología, y me sentí inspirada a ahondar un poco más en áreas menos humanistas como el diseño. Además, dentro del UX lo que más me gusta es la parte de la investigación, que a ratos es la parte más psicológica y conecta las ciencias cognitivas, el desarrollo y la tecnología. Creo que más Ciencia de Datos aplicada en UX puede generar tecnología que podría ser un poco más humana e inclusiva.
Ahora que mencionas la inclusividad, dijiste al inicio que las mujeres siguen siendo minoría en las entrevistas que haces en el trabajo. ¿Qué diferencias ves entre las mujeres y demás freelancers?
Lo que me llega a la mente ahora, es cómo es más común en las mujeres ser más flexibles al negociar su salario.
Tú tenés experiencia en tantas áreas y en distintos países y culturas. ¿Cómo ha influido esto en tu vida y en lo que haces hoy?
Creo que exponerte a otras culturas es siempre positivo. Te prepara para entender y respetar diferentes perspectivas. Ves que tus dolores como humano son los mismos, pero en lugares, familias, generaciones, condiciones, en fin… muy distintas. Exponerte a como la gente maneja emociones, pensamientos y rutinas de diferente forma es siempre bueno. Hasta cierto punto es un lujo también. No te voy a decir “todos deberían viajar” porque no es la única forma de exponerte a otras culturas. Puedes exponerte a información que venga de distintas fuentes, incluso música, TED Talks de otros países e idiomas, libros, ir más allá…. siempre resultará en algo positivo.
Creo que es una de las cosas que he estado pensando muchísimo en cómo, como comunidades, nos enfocamos mucho en ver qué es lo que está mal. “¿Qué dificultades has enfrenado en la industria en la que trabajas por ser mujer?”, y deberíamos quebrar ese círculo de ahondar en lo negativo. Podemos empezar creando información que ayude a las mujeres a cambiar de carrera, a duplicar su sueldo, a ser bilingües, a trabajar desde casa para poder estar con sus hijos sin dejar de crecer en su profesión. Es un poco contraproducente seguirlas exponiendo a todo lo negativo. Usa tus historias y todo lo que está a tu disponibilidad para sacarle lo positivo, motivar a otras y de una otra forma ser un ejemplo.
Qué bonito mensaje. Para finalizar, te quería preguntar cuál ha sido el peor consejo que te han dado y cómo lo sobrellevaste, pero ya que dijiste eso, mejor te pregunto, ¿cuál ha sido el mejor consejo que te han dado en tu vida? (risas)
Cuando viví en Chile me formó enfrentarme a situaciones y personas que directa o indirectamente me enseñaron que la filosofía de vida del “Pobre yo, pobre de mí” no existe o si existe no te lleva a ningún buen lugar. Es algo que también es muy común en países latinoamericanos, el pensar “pobre yo”. Pensar “yo soy la víctima de las circunstancias”, “Yo estoy mal porque el país está mal, porque mi familia está mal” Y de esa forma sólo te vuelves parte del problema, no eres agente de cambio. Si no te gusta algo, cámbialo y tu entorno cambia.